lunes, 28 de mayo de 2007

APRENDER A USAR LA LENGUA; Implicaciones para la enseñanza

Isabel Solé

Luego de diversas concepciones en el transcurso del tiempo acerca de la lengua, actualmente se entiende que hablar de lengua es hablar de comunicación, de instrumento que permite explorar los ámbitos de la cultura y de herramienta que organiza y ordena nuestro pensamiento, nuestra actividad y, en buena medida, la de los demás.

Hablar, escuchar, leer y escribir, ¿qué clase de procedimientos son?

Son procedimientos polivalentes, cada vez que aparecen en nuestra vida cotidiana lo hacen a través de un fin, con objetivos claros. Por ejemplo cuando leemos lo hacemos por distintos motivos; para informarnos, reírnos, entretenernos, entre otros.

La escucha, el habla y la escritura, no varían en la posibilidad de escuchar, hablar y escribir, sino de hacerlo en forma competente según las exigencias de la situación en que se encuentren y los objetivos que persigan. Esta finalidad dirige y modula nuestra actividad (autodirección; capacidad propia para tomar conciencia acerca de la dirección de la actividad y corregirla).

Las habilidades lingüísticas poseen como característica la labor de encontrarles sentido, saber a qué responden y encontrarlas atractivas; hay que sentir que, con la ayuda necesaria, se podrá superar satisfactoriamente el reto que suponen, ya que son acciones inicialmente complejas y su aumento corresponderá a su trato con técnicas simples (Ejemplo: redactar algo con una finalidad; para ser leída y luego calificada por el profesor).

Aprender a usar las habilidadades lingüísticas

Aprender a usar las habilidades lingüísticas requiere situaciones que faciliten dicho aprendizaje. Dichas situaciones serán de determinada forma según sea la representación que nos hacemos de lo que suponen estas habilidades.

Antes de diseñar una actividad es necesario formularse diversas preguntas que guíen el desarrollo de ésta.

Cuando un alumno se sumerge en la lectura pone en marcha un pensamiento estratégico que le permite organizar su actividad, evaluarla y, eventualmente, modificarla, para conseguir propósitos, que por lo general involucran a otras personas.

Implicaciones para la enseñanza

Hablar, escuchar, leer y escribir se aprende participando en situaciones que obligan a usar estas habilidades, las que se encuentran en todas las interrelaciones sociales que hacemos en nuestra vida cotidiana y específicamente en el aula.

Parámetros para contribuir en el ejercicio de las habilidades lingüísticas:

-Habilidades lingüísticas como objeto de comprobación o evaluación que de enseñanza propiamente dicha = Ofrecer modelos y ayuda necesaria para resolver el problema.

- Posibilidades de la persona para adoptar dichas habilidades a diversos propósitos y circunstancias = Actividades menos rutinarias y restrictivas, con mayor énfasis en la realidad de los niños.

Los docentes deben comprender la importancia del lenguaje para posteriormente potenciarlo en todas las áreas posibles del niño, además debe reflexionar e innovar en el área de la lengua a través de diversas actividades, las cuáles deben ser significativas para el niño y en definitiva que permitan conformar la integralidad e desarrollo que se pretende promover.

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